clases de yoga para niños
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Clases de yoga para niños

¿Sabías que se pueden adaptar las clases de yoga para niños? A lo mejor miras a tu hijo o hija y te parece prácticamente imposible que pueda ser capaz de mantenerse concentrado, quieto y callado realizando las posturas. Pero con un ambiente adecuado y una práctica periódica que sea capaz de mantener su motivación verás que sí se puede. Es más, esta antiquísima disciplina oriental tiene un montón de beneficios en personas de todas las edades, por lo tanto, también para los peques.

Clases de yoga para niños


Además, ellos desgraciadamente también sufren estrés y ansiedad. Igual que nosotros, viven inmersos en un frenético ritmo de vida lleno de prisas y actividades. Horarios, clases, deberes, exámenes, extraescolares, relaciones sociales, familia… Aunque parezca que tienen energía de sobra para tomar y regalar, en realidad también necesitan parar, desconectar y calmarse durante un rato. Y el yoga es perfecto para esto. Además, los niños son súper flexibles, por lo que tienen más facilidad para efectuar muchas de estas posturas, así que realmente será como un juego para ellos.

Pero como sabrás, el yoga no son solo posturas, también es respiración, algo que si se ejercita conscientemente puede ser tan positivo para  el cuerpo como para la mente. Gracias a la práctica de esta disciplina, ejercitarán su cuerpo, su respiración y aprenderán a concentrarse, a relajarse frente al estrés, a observar los conflictos con más perspectiva y a tener mayor autocontrol. Todo ello le resultará de gran ayuda en su día a día y su vida en sociedad.

Beneficios del yoga para niños


Pero además del dominio psíquico y físico que proporciona la práctica regular de yoga, pueden conseguir otros interesantes beneficios:

  • Desarrollo de la musculatura
  • Mejora de los hábitos posturales
  • Fortalecimiento de la columna vertebral
  • Estimulación de la circulación
  • Mayor flexibilidad en las articulaciones
  • Mejores hábitos de la respiración
  • Agilidad, física y mental
  • Relajación y calma
  • Reducción del estrés infantil
  • Aumento de la autoestima
  • Desarrollo de la concentración, la atención y la memoria
  • Canalización saludable de la energía

Algunos consejos


Para que los peques de la casa se interesen por el yoga, lo mejor es destinar varios días a su práctica en familia. Primero pueden hacer todos las posturas más sencillas para niños y después de la sesión pueden continuar los adultos unos minutos más si quieren con alguna postura más compleja. Con el tiempo, todos podrán hacer la misma clase.

El yoga puede practicarse a cualquier hora del día, pero hay horas más idóneas. Por ejemplo, si tenéis tiempo, podéis hacer un rato por la mañana antes del desayuno. Afrontaréis todos el día con otro talante, seguro. O si no, por la tarde, cuando lleguen del cole y ya tengáis el resto del día libre. Lo recomendable es hacerlo dos sesiones por semana para que se habitúen pero sin aburrirse. Si tienen hambre justo antes de la sesión de clases de yoga para niño, que coman algo muy ligero como una fruta. Ya merendarán después.

En cuanto a las posturas, hay que ir variando, porque eso de repetir una y otra vez a los niños en seguida les aburre. Seguramente tendrán algunas posturas favoritas que se pueden incluir en la sesión, lo importante es mantener siempre la motivación. Algunas de las recomendadas para los más pequeños son la postura del indio, la de la marioneta, la del guerrero, la del perro o la del gato, además del famoso saludo al sol. En internet se pueden encontrar fácilmente canales específicos con clases de yoga para niños que pueden servir como guía.


Y tú, ¿te animas a vivir esta experiencia en familia y empezar el año con buenos propósitos?

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