
Cómo hacer un catering casero
Organizar un catering casero para un evento, fiesta o cumpleaños, es todo un desafío. Hay que tener en cuenta un montón de detalles para que todo salga perfecto y los asistentes se marchen con un buen sabor de boca (en el sentido literal y figurado). Existen agencias que se encargan exclusivamente a esto y nos pueden quitar mucha carga mental. Pero si te apetece tomar las riendas y prepararlo tú también, puedes seguir los siguientes consejos.
Definir el tipo de evento
Para tener claro cómo va a ser nuestro catering casero, lo primero es tener en cuenta qué tipo de evento queremos celebrar. ¿Una cena formal y elegante para comunicar una noticia solemne? ¿Una reunión de amigos al aire libre? ¿Un cumpleaños infantil? ¿Una fiesta adolescente? Cada tipo de evento requiere un catering distinto, por lo tanto, hasta no tener claro qué tipo de fiesta vamos a organizar, no podemos pasar a la parte de la comida. De ello dependerá el tipo de platos que vamos a servir y también la forma en la que los vamos a servir. Puede ser una comida alrededor de una mesa o bien un menú tipo buffet.
Definir el menú de tu catering casero
El segundo punto para organizar un catering casero, es definir el menú. Hay que tener en cuenta las necesidades de cada invitado para poder ofrecer opciones para todos (veganos, diabéticos, alérgicos, celiacos…). Lo ideal es mantener la esencia del menú, con adaptaciones para los menús especiales. Es decir, no se trata de ofrecerles una ensalada y unas patatas, sino un plato completo para ellos también.
Un consejo fundamental para cualquier evento para el que vayamos a cocinar es no probar recetas nuevas. Es mejor ir a lo seguro, a lo sencillo y a lo que tenemos claro que se nos da bien. Así no nos arriesgamos a tener un fracaso culinario que le sumaría mucho estrés a la organización. Otra cosa que no hay que olvidar es que hay que las comidas calientes se tienen que servir calientes y las frías, tienen que estar refrigeradas. Parecen cosas muy obvias, pero en el último momento es fácil despistarse.
Las bebidas
Además de la comida, hay que pensar en la bebida, que no puede faltar en ningún evento. La elección depende también de tipo de reunión, y debe estar acorde con el menú. Además de bebidas alcohólicas como cervezas, vino o cócteles, hay que ofrecer también alternativas sin alcohol como agua mineral, refrescos, zumos de frutas, limonada casera. Si en la fiesta va a haber niños, se pueden preparar unos ricos cócteles sin alcohol como estos o una deliciosa pink lemonade, que suele encantar a peques y adultos.
El postre
Una fiesta sin dulces es como un jardín sin flores. Faltaría algo. Las opciones en cuanto a postres son infinitas y dependen mucho de los gustos particulares y el tipo de evento. Una idea que suele gustar mucho son las famosas candy bar, que son perfectas para cumpleaños. Si preferimos sacar los postres al final del menú, una de las tendencias actuales, es ofrecer pequeños bocados variados, mejor que un gran pastel que haya que cortar en porciones. Por ejemplo, unos cupcakes, mini shots, pastelitos y una opción saludable como unas brochetas de frutas frescas.
Con estas ideas seguro que organizas un catering casero para tu evento que es todo un éxito.