
La fiesta de las castañas
La fiesta de las castañas es una celebración popular y muy antigua que tiene lugar en España al llegar el otoño. Se organizan entre el primero de noviembre y el día de San Martín, el día 11 del mismo mes. En algunas regiones, es un festejo ligado, por tradición a Todos los Santos a pesar de que se trata de una fiesta de origen pagano.
La fiesta de las castañas: pagana y ancestral
Se cuenta que hace siglos, durante la noche previa al día de Todos los Santos, las iglesias hacían doblar las campanas toda la noche. Tocaban a muertos hasta que salía el sol para avisar a los vecinos de que comenzaba el momento de rezar por los difuntos. Los campaneros pasaban una noche de arduo trabajo físico y obviamente, la gente del pueblo tampoco pegaba ojo, así que le hacían compañía y amenizaban la noche comiendo castañas. Un fruto de invierno perfecto para combatir el frío. La castaña es uno de los alimentos más antiguos de la humanidad, que se consumía ya en el Paleolítico, aseguró la supervivencia en tiempos de hambre y fue el pan de la sociedad europea hasta que fue desplazada por la patata y el maíz tras el descubrimiento de América.
Celebraciones en la Península Ibérica
La fiesta de las castañas se celebra en diferentes regiones de España, para dar la bienvenida al invierno con toda la alegría posible. En cada zona se celebra a su manera, pero en todas es un evento entrañable, divertido y delicioso en torno a este rico fruto.
- En Galicia esta fiesta popular se llama Magosto. Se asan castañas en hogueras y se toman acompañadas de vino nuevo de la última cosecha y otros productos como chorizos. Para promover la buena suerte, se debe saltar sobre la hoguera donde se han asado las castañas.
- En Asturias, esta festividad se conoce como Amagüestu. Las castañas se acompañan con rica sidra y se baila el “Riu Verde” y la “Danza Prima”.
- En País Vasco tiene lugar el Gaztainerre. Según la tradición, la cena también incluye el morokil, que es una masa cocinada con harina de maíz y caracoles.
- La Castanyada se organiza en Cataluña y se acompaña de boniatos, panellets y frutas confitadas.
- En Extremadura las castañas se toman con tortas, dulce de membrillo, higos secos, nueces, granadas o bellotas.
- También en la Península pero en el país vecino, Portugal, se celebra el Magusto. Se pintan las caras con cenizas, se cantan canciones y se hacen bromas.
La fiesta de las castañas se conoce internacionalmente como “chestnutparty”.
Larga vida a la castaña
Es bonito ser conscientes de que se trata una fiesta ancestral que celebraron decenas de generaciones antes que nosotros para agradecer a la naturaleza los frutos que nos da, y el transcurso de las estaciones. Algo que no apreciamos mucho cuando vivimos en grandes ciudades. En su versión más tradicional, se hace una hoguera en el campo y cuando las brasas están en su punto, se colocan las castañas sobre un recipiente con agujeros. Nosotros recomendamos usar una barbacoa moderna, para evitar riesgos de incendios.
Para que las castañas no exploten, hay que hacerles un pequeño corte en la piel. En cuanto están bien asadas, la piel se vuelve crujiente y se desprende muy fácilmente. Su sabor ligeramente dulce la convierte en un bocado delicioso, además tiene un alto valor nutritivo. Tomar castañas nos llena automáticamente de emociones positivas porque de alguna forma nos recuerda que se aproxima el invierno y con él la Navidad.
Tal vez hace unos años la fiesta de las castañas tenía un mayor protagonismo en nuestras vidas, por eso os animamos a recuperar ese significado de reunión, calidez, canciones e historias junto a la hoguera.